El embajador ecuatoriano, Francisco Proaño, era el presidente de turno del Consejo Permanente de la OEA y aseguró que su canciller, Ricardo Patiño, le habría pedido que no convocara la sesión extraordinaria solicitada por Colombia, país con el que Ecuador tiene problemas diplomáticos, al igual que Venezuela.
Desde Quito, la mañana del jueves el Ministerio de Relaciones Exteriores confirmó la salida de su representante ante la OEA, aunque no explicó las razones de la renuncia de Proaño.


Se espera que en las próximas horas, el gobierno del presidente Rafael Correa anuncie el sustituto del diplomático renunciante, por lo que no se descarta que el nuevo jefe de misión ante el organismo hemisférico pueda encabezar la sesión del jueves.
Antes de se conociera la renuncia de Proaño, fuentes de la OEA habían asegurado a BBC Mundo que la sesión del jueves sería "sólo para tomar nota" y que no se esperaba ninguna acción por parte del organismo.

Denuncia de Colombia

Según ha trascendido en medios diplomáticos, Colombia querría tan sólo que se conozca la denuncia, que pasaría así de ser un asunto bilateral a un tema regional.
Las mismas fuentes estimaban que "con un nuevo gobierno colombiano por asumir, cualquier gestión será dejada en manos de las capitales" a las que se les exhortaría a resolver las diferencias mediante el diálogo bilateral.


Al renunciar Proaño a la presidencia del Consejo Permanente de la OEA, asumió el cargo el representante de El Salvador, Joaquín Maza, quien fungía como vicepresidente del Consejo y quien finalmente ratificó la convocatoria.