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Mala traducción complica la visita de Calderón a EEUU.

WASHINGTON

Una traducción del español al inglés entrecortada y con incoherencias gramaticales opacó el miércoles la ceremonia de bienvenida al presidente mexicano Felipe Calderón en la Casa Blanca, donde se reunió con su colega Barack Obama para hablar del álgido tema de la inmigración.

La deficiencias de traducción complicaron en ocasiones para los angloparlantes la comprensión del diálogo. La delegación mexicana responsabilizó a su propio traductor.
En español, Calderón pronunció las declaraciones en forma correcta y clara durante una presentación con Obama en el Jardín Sur. Calderón habló de valores comunes y principios comunes que unen a Estados Unidos y México.
Pero la traducción al inglés fue tan mala que la transcripción oficial de la Casa Blanca la pasó por alto. La Casa Blanca utilizó una traducción de la embajada de México que tiene diferencias significativas con las palabras expresadas por el traductor durante el discurso de Calderón.

Tras el diálogo del miércoles, ambos mandatarios cuestionaron la ley migratoria de Arizona.
``Mantenemos nuestro firme rechazo a que se criminalice la migración y que gente que trabaja y aporta a esta gran nación (Estados Unidos) sea tratada como delincuente. Nos oponemos a la ley de Arizona porque parte de principios parciales, injustos y discriminatorios'', afirmó Calderón, en una conferencia de prensa conjunta con Obama, tras su encuentro en la Casa Blanca.
Durante la conferencia en el Jardín de las Rosas de la mansión presidencial, Obama se mostró más cauto al referirse a la ley, al decir ``que tiene el potencial de que se aplique en forma discriminatoria''.

El mandatario estadounidense afirmó que su gobierno tomará decisiones sobre esta ley tan pronto reciba una evaluación que encargó al Departamento de Justicia y que debe estar lista pronto, dijo. ``Esta ley es un esfuerzo mal canalizado, una expresión mal canalizada de la frustración existente por un sistema migratorio fallido'', aseguró.
Obama reiteró la importancia que su gobierno concede a la necesidad de aprobar una reforma migratoria integral, y solicitó el apoyo de republicanos y demócratas para trabajar en un proyecto de ley, que resuelva definitivamente el estatus de aproximadamente 12 millones de indocumentados.

Según el Pew Hispanic Center, un grupo de investigación con sede en Washington, casi 31 millones de los hispanos en Estados Unidos dicen tener origen mexicano, lo que representa dos tercios de todos los latinos en el país.
Calderón culminará su visita a EEUU el jueves, cuando pronunciará un discurso ante una sesión conjunta del Congreso.
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