La recuperación económica enfrenta "riesgos"
La recuperación de las principales economías del mundo enfrenta riesgos y los países, incluidos los dos grandes latinoamericanos México y Brasil, deben actuar pronto para enfrentarlos.
Así lo advirtió la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un informe de perspectivas económicas divulgado este miércoles en su sede en París.La OCDE, que reúne a las mayores economías del planeta, sugirió que los países deben reducir sus gastos públicos y eliminar incentivos económicos, entre otras medidas.
La organización aseguró que el crecimiento de México, Brasil y en general de todos sus países miembros será más rápido de lo que esperaba, pero sostuvo que los problemas de endeudamiento y la inestabilidad financiera en Europa, así como el "calentamiento" de algunas economías emergentes en Asia, representan desafíos para esa recuperación.
Impuestos y recortes
Un desafío relacionado es que varios países están teniendo que embarcarse simultáneamente en una consolidación fiscal
Pier Carlo Padoan, economista jefe de la OCDE
"Muchos países enfrentan una dinámica de deuda gubernamental muy desfavorable", afirmó Padoan y agregó:
"Un desafío relacionado es que varios países están teniendo que embarcarse simultáneamente en una consolidación fiscal".
En su informe semestral, la OCDE recomendó a los países medidas consideradas impopulares como recortes presupuestales y aumentos de impuestos, concentrados en las áreas que menos afecten el crecimiento.
También propuso reformas en los mercados laborales de países miembros para aumentar su competitividad.
Las "dudas" sobre Europa
Y sostuvo que "para disipar las dudas sobre la viabilidad a largo plazo de la unión monetaria" en la zona euro se debe fortalecer la arquitectura institucional, establecer sanciones más efectivas para los países que incumplen con las metas fiscales y auditorias externas de los presupuestos nacionales.
El informe de la OCDE indicó que el déficit fiscal en la zona euro creció desde 2% del producto bruto interno en 2008 hasta 6,3% en 2009, mientras el endeudamiento llegó al 79%.
Sin embargo, durante una conferencia de prensa este miércoles, Padoan comentó que "es posible imaginar que habrá algún beneficio (para Europa) de un euro más débil", en materia de competitividad.
En esta ocasión, la OCDE fue menos exigente con Estados Unidos, cuya economía sostuvo que seguirá a un ritmo "moderado" de recuperación tras la peor recesión desde los años 30.
Pero anticipó que el gobierno de Barack Obama y la Reserva Federal deberán "retirar gradualmente" las políticas de estímulo, porque dejarlas en efecto podría recrear algunos de los desequilibrios que llevaron a la crisis financiera.
México, Brasil y Chile
Sin medidas para seguir reduciendo la dependencia presupuestal de los ingresos petroleros a mediano plazo, hay un riesgo de una reacción adversa de los mercados.
No obstante, también sostuvo que las dos grandes economías latinoamericanas deberán tomar pronto medidas fiscales para evitar problemas.
En el caso mexicano, indicó que una conducta fiscal "prudente" es recomendable ante la disminución de la recaudación pública por la caída de la producción petrolera.
"Sin medidas para seguir reduciendo la dependencia presupuestal de los ingresos petroleros a mediano plazo, hay un riesgo de una reacción adversa de los mercados", advirtió la OCDE.
Respecto a Brasil, recomendó retirar "rápidamente" los estímulos monetarios y fiscales establecidos durante la crisis global que permanecen vigentes, lo que implicaría una reducción del gasto público.
En el caso de Chile, un país afectado por el devastador terremoto de febrero, el organismo mantuvo su previsión de crecimiento para este año en 4,1% pero la mejoró para el año próximo, que ubicó en 5,3%.
La OCDE espera que el crecimiento chileno rebote con fuerza en la segunda mitad de este año ante los esfuerzos de reconstrucción y se desacelere luego a medida que los mismos disminuyan.
El organismo aseguró que Chile está bien posicionado para enfrentar los gastos de reconstrucción, que sólo en infraestructura podrían ascender a US$ 20 mil millones (10% del PIB), la mitad financiada por el gobierno.