México, 8 abr (EFE).- Cinco mil agentes de la Policía Federal de México asumieron desde hoy las labores de seguridad pública en Ciudad Juárez, la urbe más violenta de México, en un intento del Gobierno por ofrecer una estrategia más amplia y participativa con la sociedad contra el crimen y el narcotráfico.

Tras casi un mes de la muerte de dos estadounidenses ligados al consulado de EE.UU. en la ciudad norteña y cerca de cien días después de que 15 estudiantes jóvenes fueran masacrados en una fiesta, el Gobierno restó peso al Ejército en la urbe y puso a sus agentes de nuevo en las calles en el "Operativo Conjunto Chihuahua".

Dicho operativo fue lanzado en marzo de 2008 con el Ejército como protagonista y la Policía Federal en labores de apoyo, para prevenir la violencia en Chihuahua y con atención especial a Juárez.

La nueva fase de este plan para la ciudad, donde en lo que va de año han muerto 650 personas, está en marcha desde febrero pasado, después de que el Gobierno federal, encabezado por Felipe Calderón, fuera muy cuestionado por la inseguridad que vive esa urbe y optara por dar un giro más social a su estrategia.

"Sin la gente, no podemos dar solución a este problema", dijo Calderón el día 11 de aquel mes, apuntando a que la participación ciudadana debe existir y tratar de crear mecanismos para superar el miedo a denunciar.

Esta mañana el coordinador de la Policía Federal, Facundo Rosas, informó que el Gobierno está "incorporando a amplios sectores de la sociedad" a sus esfuerzos de devolver la tranquilidad a la ciudad.

Esta labor, dijo, incluye "un trabajo sistemático, con indicadores, con metas preestablecidas" del que el Ejecutivo dará cuenta "de manera puntual y cotidiana".

Diversas organizaciones civiles, nacionales e internacionales se han mostrado críticas en los últimos meses al empleo del Ejército en labores de seguridad pública y denunciado con particular énfasis la falta de control en los operativos y retenes, que han costado la vida a personas inocentes.

A partir de hoy la Policía toma a su cargo la seguridad pública en esa urbe "en el contexto de la conclusión del Convenio de Colaboración del Ejército mexicano con este municipio", comentó Rosas.

"Para la atención de la zona urbana de Ciudad Juárez se cuenta con 5.000 elementos de la Policía Federal, 412 carros de radio patrulla, 8 vehículos blindados, 90 motocicletas y 4 aeronaves", precisó el funcionario.

Algunos detalles del nuevo esquema fueron adelantados ya el pasado 31 de marzo, pero hasta hoy no se formalizó el pleno traspaso de responsabilidades, que sucede a unas semanas de que el Congreso debata una nueva Ley de Seguridad Nacional que detallaría las funciones que puede asumir el Ejército en seguridad pública.

La Policía se ocupará también de la vigilancia de escuelas y centros de rehabilitación de drogodependientes, donde en los últimos meses se registraron matanzas como la de 17 jóvenes el 3 de septiembre pasado en la colonia Bella Vista.

El planteamiento de este nuevo esquema no excluye totalmente al Ejército de la zona, pues la institución castrense permanecerá con un "plan operativo para la seguridad en cruces internacionales y en terminales de transportación aérea y terrestre".

Además, los militares mantendrán "puestos de control durante las veinticuatro horas del día para el ingreso y salida a Ciudad Juárez" y continúan con "el control de la zona rural y en las comunidades ubicadas en el Valle de Juárez", vecino a la localidad.

A propósito de los cambios, el alcalde de la fronteriza Ciudad Juárez, José Reyes Ferriz, señaló que la medida implica "el retiro de todos los elementos del Ejército que están trabajando en la Secretaría de Seguridad Pública municipal, incluyendo los mandos", unos 1.200 en total.

Reyes Ferriz apuntó que para evitar posibles abusos de los agentes federales contra los juarenses habrá medidas de control estrictas.

"Son situaciones que no podemos nosotros permitir y que hemos venido discutiendo, de tener el control de la totalidad de los elementos para que no se cometa ningún abuso en las actividades que van a realizar", añadió.

Ciudad Juárez, habitada por 1,5 millones de personas, es la urbe más violenta de México con más de 5.000 muertes atribuidas al crimen organizado desde 2008, por lo que fueron desplegados en ella unos 8.000 militares y cerca de 2.000 agentes federales.

En relación con la ola de violencia que hay en el país, hoy tras

cendió el hallazgo de seis cadáveres en tres lugares distintos del municipio chihuahuense de Temosachi, ubicado a 340 kilómetros al suroeste de Ciudad Juárez.

Por el momento, las autoridades se encuentran trabajando para establecer las causas de las muertes y lograr avances en este nuevo caso.

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