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Los peloteros se cubren con incentivos y cláusulas en pactos.

Alfonso Soriano tiene palcos de lujo para sus cercanos en cada juego.
SANTO DOMINGO. ¿Puede una persona agotar una fortuna de US$50 millones? Bueno, atletas como Antoine Walker (US$102 millones), Cecil Fielder (US$52 millones) y Mike Tyson (entre US$300 millones y US$500 millones) lo hicieron en poco menos de 15 años.

Quizás estos ejemplos estimulen a los peloteros en el tope de su cotización a prolongar por horas las firmas de sus contratos haciendo exigencias que pueden parecer ridículas.

Los bonos por premios obtenidos, asistencia a Partido de las Estrellas, Series Mundiales y hasta Playoffs no se quedan. Pero las negociaciones con los "bigleaguers" a menudo se demoran tratando de convencer a los equipos de aceptarles cláusulas "extracurriculares" que van desde pagarles clases de danza a sus esposas hasta boletas para teatro y viajes turísticos.

Albert Pujols no visita el país desde febrero de 2009 y sabe ausentarse del país hasta por dos años. Sin embargo, en su contrato de US$100 millones y siete años firmado en 2004 se incluyen cuatro visitas al país por año como representante del club.

A Alfonso Soriano, además de los US$136 millones que los Cachorros acordaron pagarle durante ocho años en 2006, el equipo tiene que darle una suite de lujo en el Wrigley Field, seis boletas Premium cuando el equipo juega en la ruta (81 partidos), además de esas mismas condiciones en los entrenamientos, postemporada y si es seleccionado al Partido de las Estrellas.

Alex Rodríguez tiene la opción de comprar los cuatro mejores asientos disponibles en el Yankees Stadium hasta 2017. El pacto de A-Rod también establece que recibirá US$6 millones si llega a 660 jonrones, y una cantidad similar si logra 714 y 755.

Troy Glaus hizo agregar a su contrato de US$45 millones por cuatro años con Arizona en 2005 y otros US$250 mil para las clases de equitación de su esposa, Ann.

Randy Johnson exigió a los Diamondbacks que se incluyera en su contrato de 1998 (US$$52.4 millones), que el equipo le daría cada año dos abonos para la temporada completa de los Phoenix Suns (NBA).

Brad Lidge logró agregar al contrato de (US$37 millones) un bono de US$25 mil si ganaba el Bate de Plata. Pero él es relevista, sólo se había parado en el plato en siete oportunidades en su carrera, y tenía tres años sin tomar un turno al bate.

A.J. Burnett, cuando tachó su pacto por US$55 millones en 2006 con los Blue Jays, obligó al equipo por contrato a pagarle a su esposa ocho viajes ida y vuelta en limosina desde su casa en Maryland, Estados Unidos, hasta Toronto, Canadá. El viaje sólo de ida es de 487 millas.

Daisuke Matsuzaka estableció en su contrato con los Medias Rojas por US$52 millones en 2007 que el equipo se obliga a pagar mesadas por sus gastos de vivienda y una masajista personal.

Curt Schilling logró en 2008 que Boston le incluyera pagarle bono por mantener su peso, más un millón de dólares si recibía aunque fuera un voto para el Premio Cy Young. Pero Schilling estuvo lesionado toda la temporada.

Frank Thomas incluyó una cláusula en el contrato de 2006 (por US$18 millones), mediante la cual cobraría bono de US$50 mil si ganaba el Guante de Oro. Pero Thomas no jugaba a la defensiva, porque era sólo designado.

NPerez@diariolibre.com


De Nathanael Pérez Neró
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