NUEVA YORK (AP) - Un juez federal eligió a 12 socorristas que trabajaron en la llamada "zona cero" y cuyos casos serán los primeros en ir a juicio por las enfermedades presuntamente causadas por la ceniza y el polvo de las ruinas del World Trade Center tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Más de 9.000 personas que participaron en la enorme operación de rescate y recuperación tras el 11 de septiembre han presentado demandas contra la Ciudad de Nueva York argumentando que desarrollaron diversos problemas de salud luego de estar expuestos al hollín en el lugar.
El juez federal de distrito Alvin Hellerstein anunció el viernes a los 12 elegidos que serán los primeros en ir a juicio y quizá sirvan como modelos para resolver el resto de los casos.
Entre el grupo hay un bombero que murió de cáncer de garganta y otro que necesitó un transplante de pulmón, varios policías con asma y otros trabajadores preocupados por su salud.
Como grupo los trabajadores han argumentado que la ciudad y las decenas de empresas contratistas que recibieron pagos para retirar montañas de escombros deberían entregarles más de 1.000 millones de dólares en daños por no brindarle el equipo de protección adecuado a los socorristas.
Por mucho tiempo la opinión pública ha apoyado a los trabajadores, pero los detalles de estos 12 casos elegidos sugieren que no todos tendrán el favor absoluto con un jurado.
Un empleado de Consolidated Edison entre el grupo, Richard Calderón, nunca trabajó entre los escombros, tuvo una mascarilla antiguas completa casi todo el tiempo que estuvo cerca del lugar y reconoció en una declaración que posiblemente no estaba enfermo.
"No sé si hay alguna lesión", dijo cuando le preguntaron por qué estaba demandando. Calderón agregó que temía por su salud. "No sé que es lo que pasa dentro de mi cuerpo".
El trabajador público Robert Galvani también utilizó una mascarilla durante todo el tiempo que trabajó en la zona cero y pesa 181 kilos (400 libras), por lo que hay dudas sobre si sus problemas respiratorios se deben realmente al 11 de septiembre.
Otros demandantes tienen historias más convincentes. El bombero Frank Malone, de 39 años, condujo un autobús de la ciudad para llegar a las ruinas de las Torres Gemelas desde Brooklyn el 11 de septiembre y llegó justo después de que la segunda torre se derrumbó. Al llegar todo era caos, un cielo obscuro y cenizas.
"Todo se quemaba", según una de sus declaraciones. "Todos los edificios cercanos se estaban quemando. Nunca había visto algo así en mi vida".
Malone se quedó dos días excavando con sus manos y usando una pequeña mascarilla para trabajos manuales como protección.
"Dormía unas dos horas en la calle", dijo
Después regresó ocho días a los escombros en busca de cadáveres y para retirar cubos llenos de polvo. En ese entonces tampoco utilizó una mascarilla antigás. finalmente le fue proporcionada una cuando regresó por tercera ocasión a la zona cero en diciembre.
Los abogados de la ciudad han dicho que Nueva York no podría considerársele responsable por lo que pasó en las primeras horas y días tras los ataques dada la magnitud del desastre.

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