Redacción

BOSTON, MA. Los votantes de Massachusetts están profundamente divididos sobre una pregunta que aparecerá en la boleta de noviembre y que de ser aprobada recortaría el impuesto estatal sobre la venta, aumentado el año pasado de 5 a 6.25 por ciento.

Cuarenta y seis por ciento de los probables votantes dijeron que apoyan la pregunta 3, para reducir el impuesto sobre las ventas del 6,25 por ciento a 3 por ciento, mientras que el 43 por ciento dijo que se opone. La diferencia está dentro del margen de error de la encuesta, realizada por el periódico The Boston Globe.

De ser aprobada la propuesta, la misma tendría un significado de 2 mil 500 millones de dólares en el presupuesto del Estado, lo que ha provocado alarma en Beacon Hill y ha hecho que los tres candidatos a la gobernación se opongan, aunque han prometido honrar la reducción, si la mayoría decide aprobarla.

La principal resistencia para la pregunta proviene de analistas que aseguran que las consecuencias de la aprobación de esa propuesta tendría un impacto devastador sobre la situación económica del Estado, debido a que provocaría despidos masivos y recortes en la educación, la ayuda a pueblos y ciudades y pondría aún más limitaciones en la aplicación de leyes que tienen que ver con seguridad pública y otras áreas.

Otra de las propuestas que tienen que ver con área financiera del Estado, y que aparecerá en la boleta de las elecciones del 2 de noviembre, es la que contempla eliminar el recién dispuesto aumento al impuesto a las bebidas alcohólicas, respaldado por un 50 por ciento de los encuestados que pide la anulación, en tanto el 36 por ciento es partidario de que se mantenga.