Programa pone en libertad 165 presos.
16 de los reclusos fueron liberados ayer y los restantes serán depurados.
SD. La Catedral Primada de América abrió sus puertas ayer a un grupo de más de 70 reclusos que forman parte de los 165 que culminaron el programa de formación y orientación a través de la Pastoral Penitenciaria y que alcanzaron su libertad, tanto condicional como por pena cumplida.
Los reos fueron recibidos a la entrada por el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien ofició la homilía y los invitó a entrar a la iglesia ya despojados de sus esposas.
El Cardenal abogó, además, porque los internos puedan reinsertarse en la sociedad mediante programas de formación.
Los reclusos provenían de las cárceles de La Victoria, Haras Nacionales, Monte Plata y Najayo Mujeres. Del grupo, 48 recibieron ya su libertad por cumplimiento de las pena, y ayer otros 16 alcanzó su libertad condicional, según explicó Fray Arístides Richardson, de la Pastoral Penitenciaria.
Los restantes deberán pasar por un proceso de depuración ante el juez ejecutor de la pena, y los propios fiscales que tienen sus casos penales, agregó además del procurador, Radhamés Jiménez, quien acudió junto al director de Prisiones, Manuel de Jesús Pérez Sánchez, a la misa.
Para su liberación, el grupo de los 165 reclusos debió pasar por un programa de estudios religiosos y de formación, pero, además, no podían ser objetados por los familiares de sus víctimas. Una vez liberados, deberán acudir cada semana a la Casa del Redentor a seguir su programa de formación, de lo contrario podría ser revocada la libertad.
Los reos fueron recibidos a la entrada por el Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien ofició la homilía y los invitó a entrar a la iglesia ya despojados de sus esposas.
El Cardenal abogó, además, porque los internos puedan reinsertarse en la sociedad mediante programas de formación.
Los reclusos provenían de las cárceles de La Victoria, Haras Nacionales, Monte Plata y Najayo Mujeres. Del grupo, 48 recibieron ya su libertad por cumplimiento de las pena, y ayer otros 16 alcanzó su libertad condicional, según explicó Fray Arístides Richardson, de la Pastoral Penitenciaria.
Los restantes deberán pasar por un proceso de depuración ante el juez ejecutor de la pena, y los propios fiscales que tienen sus casos penales, agregó además del procurador, Radhamés Jiménez, quien acudió junto al director de Prisiones, Manuel de Jesús Pérez Sánchez, a la misa.
Para su liberación, el grupo de los 165 reclusos debió pasar por un programa de estudios religiosos y de formación, pero, además, no podían ser objetados por los familiares de sus víctimas. Una vez liberados, deberán acudir cada semana a la Casa del Redentor a seguir su programa de formación, de lo contrario podría ser revocada la libertad.
De Tania Molina