El Comisionado de Policía de Boston, Edward F. Davis.

BOSTON, MA. Aún siendo la capital de uno de los Estados tradicionalmente más liberales en materia de respeto a los derechos humanos, Boston se encuentra hoy debatiendo la posibilidad de integrarse a un controversial programa federal mediante el cual se establecería automáticamente el estatus migratorio de un detenido.

Incluso ha sido sorpresa el hecho de que el comisionado de la policía, Edward F. Davis, quien se ha destacado por ser un fuerte crítico a que se use a los agentes bajo su mando para hacer cumplir las leyes de inmigración, defendió la participación de la ciudad en ese programa federal, aunque la condiciona a que no se proceda contra ningún extranjero por estatus migratorio en el país.

El objetivo del controvertido programa, llamado Comunidades Seguras, es identificar a criminales peligrosos extranjeros y entregarlos a la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para su deportación definitiva.

Sin embargo, los defensores de los inmigrantes afirman que a través de ese programa, personas que no tienen historial de delincuentes están siendo arrestadas y deportadas.

La reacción de Davis, en ese sentido, no se hizo esperar, afirmando que su personal ha revisado la lista de las personas afectadas a través del programa en los últimos dos años y determinó que todos los que entregaron a los funcionarios de inmigración eran inmigrantes pandilleros y otros delincuentes de las calles.

“Hemos chequeado todos y cada uno de los casos, y estamos satisfechos de que la promesa que hicimos a la comunidad sigue en pie”, manifestó Davis en su primera declaraciones sobre el tema. “Hemos dejado claro que si algunas personas simplemente han sido detenidas por violaciones de tráfico y visas vencidas, entonces no vamos a participar en el programa de inmigración”.

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