ONU cierra seis días de debates sobre desarrollo y Oriente Medio.
Cerca de 140 jefes de Estado y Gobierno asistieron a la Cumbre Objetivos del Milenio.
NACIONES UNIDAS.- Los países de la ONU concluyeron hoy seis días de intensos debates en la Asamblea General del organismo, en los que fueron protagonistas las políticas de desarrollo, el proceso de paz en Oriente Medio y la polémica figura del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad.
Los líderes mundiales que asistieron a este foro global también abordaron la reforma de las instituciones multilaterales y ratificaron su compromiso con los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) en 2015.
El presidente de la Asamblea General, el suizo Joseph Deiss, hizo una valoración positiva de estos días de discusiones y aseguró que aportaron "una atmósfera constructiva y positiva para afrontar los
asuntos globales, así como el proceso de paz entre israelíes ypalestinos", explicó hoy en una conferencia de prensa su portavoz, Jean Victor Nkolo.
"Al presidente le ha complacido particularmente el respaldo expresado por los oradores para que la gobernanza global sea el tema central de este período de sesiones, con el fin de que la ONU
abierta e integradora sea su garante", indicó.
También expresó el agradecimiento de Deiss por "la determinación demostrada por los Estados miembros, así como sus compromisos y acciones, para lograr los ODM en 2015".
Cerca de 140 jefes de Estado y Gobierno asistieron a la cumbre de los Objetivos del Milenio que se celebró tres días antes de la apertura el jueves del debate de la Asamblea General.
Los líderes mundiales que asistieron a este foro global también abordaron la reforma de las instituciones multilaterales y ratificaron su compromiso con los Objetivos de Desarrollo del
Milenio (ODM) en 2015.
El presidente de la Asamblea General, el suizo Joseph Deiss, hizo una valoración positiva de estos días de discusiones y aseguró que aportaron "una atmósfera constructiva y positiva para afrontar los
asuntos globales, así como el proceso de paz entre israelíes ypalestinos", explicó hoy en una conferencia de prensa su portavoz, Jean Victor Nkolo.
"Al presidente le ha complacido particularmente el respaldo expresado por los oradores para que la gobernanza global sea el tema central de este período de sesiones, con el fin de que la ONU
abierta e integradora sea su garante", indicó.
También expresó el agradecimiento de Deiss por "la determinación demostrada por los Estados miembros, así como sus compromisos y acciones, para lograr los ODM en 2015".
Cerca de 140 jefes de Estado y Gobierno asistieron a la cumbre de los Objetivos del Milenio que se celebró tres días antes de la apertura el jueves del debate de la Asamblea General.
El encuentro sirvió para confirmar el compromiso internacional con los ODM, aunque no se despejaron las dudas sobre la capacidad de los países en desarrollo para alcanzarlos y de las economías ricas para aportar la financiación con el fin de ayudarlos.
La reanudación a principios de mes de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos acaparó buena parte de la atención de los líderes mundiales que visitaron la sede de la ONU durante estos
seis días.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aprovechó su presencia para "presionarlos en las áreas que fuera necesario, y pedir flexibilidad en otras, dado el momento crítico en el que nos
encontramos", explicó hoy el asesor del secretario general del
organismo, Nicholas Haysom.
En un encuentro con la prensa, el asesor de Ban también destacó que la mayoría de las delegaciones que intervinieron en la Asamblea manifestaron su respaldo a las negociaciones mediadas por Estados
Unidos.
De hecho, el presidente estadounidense, Barack Obama, dedicó buena parte de su discurso el pasado jueves al proceso de paz y lanzó un apremiante llamamiento a las dos partes a negociar de buena
fe.
Sin embargo, los esfuerzos del mandatario estadounidense sufrieron un revés el domingo, después de que Israel se negara a ampliar la moratoria a las actividades de construcción en los asentamientos en territorio ocupado, en contra de la voluntad de la mayor parte de la comunidad internacional.
Además, el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman,hizo saltar las alarmas al afirmar en su intervención el martes en la Asamblea que la paz con los palestinos podría tardar "décadas en
llegar", una valoración que el primer ministro Benjamín Netanyahu se vio obligado a desautorizar.
Por otro lado, Ahmadineyad protagonizó la intervención más polémica del debate al poner en duda las causas y las responsabilidades de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
El líder iraní se refirió a los ataques del 11-S como una conspiración estadounidense vinculada con Israel, lo que provocó que una treintena de delegaciones, incluidas las de EE.UU. y la Unión
Europea en pleno, abandonaran la sala en señal de rechazo.
El presidente Juan Manuel Santos fue también otro de los protagonistas en su primera visita a Naciones Unidas tras sustituir el pasado 7 de agosto a Álvaro Uribe al frente del Gobierno
colombiano.
Su presencia en Nueva York coincidió con la muerte en una operación castrense del jefe militar de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Jorge Briceño Suárez" o "Mono Jojoy", lo que le valió las felicitaciones públicas de otros mandatarios.
Varios países latinoamericanos aprovecharon un año más el debate en la Asamblea General para reclamar que la estructura de 1945, cuando se fundaron las Naciones Unidas, ya no sirve, porque el mundo ha cambiado y hay otras realidades regionales.
La defensa del multilateralismo y el reproche a las grandes potencias por su reticencia a compartir poder con las naciones emergentes, fue un mensaje común en las intervenciones de los
líderes de la región.
Entre otros, el canciller brasileño, Celso Amorim, destacó que las grandes potencias aún son reticentes a compartir el poder "cuando se trata de guerra y paz" y abogó por acelerar el proceso de
reformas en las instituciones mundiales porque "el mundo ha cambiado".
La reanudación a principios de mes de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos acaparó buena parte de la atención de los líderes mundiales que visitaron la sede de la ONU durante estos
seis días.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aprovechó su presencia para "presionarlos en las áreas que fuera necesario, y pedir flexibilidad en otras, dado el momento crítico en el que nos
encontramos", explicó hoy el asesor del secretario general del
organismo, Nicholas Haysom.
En un encuentro con la prensa, el asesor de Ban también destacó que la mayoría de las delegaciones que intervinieron en la Asamblea manifestaron su respaldo a las negociaciones mediadas por Estados
Unidos.
De hecho, el presidente estadounidense, Barack Obama, dedicó buena parte de su discurso el pasado jueves al proceso de paz y lanzó un apremiante llamamiento a las dos partes a negociar de buena
fe.
Sin embargo, los esfuerzos del mandatario estadounidense sufrieron un revés el domingo, después de que Israel se negara a ampliar la moratoria a las actividades de construcción en los asentamientos en territorio ocupado, en contra de la voluntad de la mayor parte de la comunidad internacional.
Además, el ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman,hizo saltar las alarmas al afirmar en su intervención el martes en la Asamblea que la paz con los palestinos podría tardar "décadas en
llegar", una valoración que el primer ministro Benjamín Netanyahu se vio obligado a desautorizar.
Por otro lado, Ahmadineyad protagonizó la intervención más polémica del debate al poner en duda las causas y las responsabilidades de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
El líder iraní se refirió a los ataques del 11-S como una conspiración estadounidense vinculada con Israel, lo que provocó que una treintena de delegaciones, incluidas las de EE.UU. y la Unión
Europea en pleno, abandonaran la sala en señal de rechazo.
El presidente Juan Manuel Santos fue también otro de los protagonistas en su primera visita a Naciones Unidas tras sustituir el pasado 7 de agosto a Álvaro Uribe al frente del Gobierno
colombiano.
Su presencia en Nueva York coincidió con la muerte en una operación castrense del jefe militar de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Jorge Briceño Suárez" o "Mono Jojoy", lo que le valió las felicitaciones públicas de otros mandatarios.
Varios países latinoamericanos aprovecharon un año más el debate en la Asamblea General para reclamar que la estructura de 1945, cuando se fundaron las Naciones Unidas, ya no sirve, porque el mundo ha cambiado y hay otras realidades regionales.
La defensa del multilateralismo y el reproche a las grandes potencias por su reticencia a compartir poder con las naciones emergentes, fue un mensaje común en las intervenciones de los
líderes de la región.
Entre otros, el canciller brasileño, Celso Amorim, destacó que las grandes potencias aún son reticentes a compartir el poder "cuando se trata de guerra y paz" y abogó por acelerar el proceso de
reformas en las instituciones mundiales porque "el mundo ha cambiado".
De EFE