Ante la escasez de personal bilingüe en las organizaciones no lucrativas locales, una fundación benéfica de Denver ha becado a cuatro universitarios hispanos para que desempeñen puestos de liderazgo.

Rebecca Arno, vicepresidente de comunicaciones de la Fundación Denver, explicó que, a pesar del rápido crecimiento de la población hispana en Colorado, son relativamente pocas las organizaciones sin fines de lucro que cuentan con personal o directivos bilingües.

Por eso, en el 2007, la fundación creó un programa para estudiantes minoritarios deseosos de servir en grupos comunitarios y ese mismo año por primera vez el programa incluyó a cuatro jóvenes bilingües hispanos.

Una de las becarias, Ángela Cobián, de 21 años, nació en Denver de padres mexicanos y actualmente estudia ciencias políticas y español en la Universidad Colorado College, donde también ejerce como presidente de la Asociación Estudiantil.

Cobián dirige un programa de capacitación educativa para padres hispanos con niños pequeños en la organización “Comienzos Brillantes”.

“Anteriormente participé de varias campañas políticas locales. Me encanta el gobierno y la política, pero también me interesa mucho la educación, la inmigración y la comunidad latina. Este programa fue una oportunidad para combinar ambos elementos”, comentó.

Su meta académica y profesional es “capacitar a las familias hispanas para que se reconozca la humanidad de los hispanos y la capacidad de los latinos para ser buenos ciudadanos en la sociedad”.

Para ello, según Cobián, se necesitan más hispanos bilingües y con sólida formación universitaria en las organizaciones no lucrativas.

“A pesar de que Comienzos Brillantes sirve a seis condados del área de Denver, hasta que llegué yo sólo había un empleado para atender al público que hablaba español. Como el español es mi primer idioma, y como conozco muy bien los barrios hispanos de Denver, pude hacer una buena contribución”, afirmó.

En 2008, Cobián participó en la campaña del senador Mark Udall (demócrata) y en la campaña de oposición a autorizar portar armas de fuego en su universidad.

“Descubrí que en las organizaciones no lucrativas también hay política, pero es la política de ayudar a las familias”, opinó.

Otro becario, Aron Palma, 22, nació en México y se crió en Estados Unidos y ahora estudia negocios internacionales en la Universidad de Denver (DU).

Palma dirige un programa de capacitación laboral en El Centro Humanitario para los Trabajadores, una organización que ayuda a jornaleros.

“El Centro es reconocido como la fortaleza de la comunidad laboral latina de Denver. Allí usé español más de lo que jamás pensé. Es algo muy raro utilizar una lengua que para mí siempre ha sido un idioma extranjero, porque crecí en este país, como la forma principal para comunicarme con gente en la arena profesional”, comentó Palma.

El año pasado Palma trabajó para una compañía privada que le ofreció un buen trabajo para cuando se graduase de la universidad.

“Pero ese trabajo no me llenaba mi pasión de ayudar a mi comunidad. Al contrario, en muchos aspectos iba en contra de todo lo que soy. Lo mismo le pasa a muchos estudiantes hispanos. A ellos les sugiero que hagan lo que les hace feliz. El resto siempre viene después”, declaró.

Las otras dos becadas son Ana Gutiérrez, estudiante de periodismo en DU, que ahora trabaja en el Centro para la Educación Laboral y Empleo; y Mara Buhrmeister, estudiante de Negocios en DU, quien colabora en Junior Achievement.

Según un estudio de la Fundación Denver, un 95 por ciento de los jóvenes universitarios de minorías quiere trabajar en organizaciones comunitarias y un 90 por ciento de esos centros están dispuestos a contratar a esos jóvenes pero no lo hacen por falta de fondos.

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