Todo apunta a que, en la intensa competencia que se libra entre la compra y alquiler de DVD, discos de alta definición Blu-ray, Video On Demand (VOD), películas en tercera dimensión y otros productos para el entretenimiento en la comodidad del hogar, los que salen ganando son los consumidores.

El mercado se ha ido ampliando para el público que ahora se enfrenta a una abundancia de opciones en nombre del progreso. Juntos a los tradicionales y selectos videoclubes de barrio, que cada vez son menos, han ido apareciendo diferentes maneras de alquilar y adquirir producciones audiovisuales en los formatos más sofisticados.

La nueva revolución ha sido inspirada por el impresionante éxito de Netflix, servicio pionero por internet para alquilar películas de una lista infinita de posibilidades; siguió Blockbuster por internet también, y ahora el más reciente desafío son las máquinas rojas de redbox y las azules de Blockbuster Express que están apareciendo en supermercados, farmacias y gasolineras, entre otros comercios.

"Es una industria centrada en los consumidores, quienes dictan lo que les gusta, lo que es útil y lo que es asequible'', afirma Chris Goodrich, portavoz de redbox, cuya sede está en Oakbrook Terrace, Illinois.

El giro del entretenimiento hogareño es enorme, complejo y de magnitud global. Según el Digital Entertainment Group (DEG) en Los Angeles, la industria del entretenimiento hogareño en este país recaudó en el 2009 unos $20,000 millones. De lo que va el 2010, cuenta con una recaudación de $8,800 millones.

La industria de home entertainment divide sus productos en dos categorías principales: el físico o tangible, como un DVD o disco Blu-ray, y el intangible que incluye programación digital via satélite, por VOD, pay per view (PPV), DIRECTV, iTunes, Xbox, PlayStation, Amazon, Movielink, entre otras fuentes.

Una realidad histórica que no se puede pasar por alto es, precisamente, que casi todas las opciones disponibles eran mayormente inexistentes hace apenas una década. Durante su apogeo en las últimas dos décadas del siglo XX hasta la explosión del mercadeo a través de la internet a principios del siglo XXI, la fuente más popular para alquilar una película era la clásica "videoteca''.

La cadena Blockbuster --una de las marcas emblemáticas del alquiler de videos-- tiene unas 3,500 tiendas en Estados Unidos, y han cerrado aproximadamente 480 tiendas este año, según informó por correo electrónico Patty Sullivan, directora principal de Comunicaciones Corporativas de Blockbuster Inc., con sede en Dallas, Texas.

El contenido de Blockbuster está disponible a través de una combinación de tiendas de servicio completo y de ubicaciones automáticas, tales como los kioscos de la marca Blockbuster Express por medio de su relación con NCR. El contenido de entretenimiento para el hogar también está disponible a través del servicio por correo Blockbuster by Mail, de Blockbuster On Demand, y se puede bajar en formato digital a través de www.blockbuster.com.

La tecnología moderna ha progresado tan meteóricamente que es posible ver una superproducción en un televisor HDTV, en una computadora, en una laptop y en la ‘‘pantalla'' de un teléfono celular. De hecho, podemos esperar aún más avances y evoluciones en los próximos años dentro de la lucrativa y fascinante esfera de high technology.www.elnuevoherald.com