El mandatario dijo en su discurso ante el Parlamento en Valparaíso que la próxima década será recordada como una de las "más decisivas" por los chilenos, porque el país alcanzará el desarrollo y derrotará la pobreza.
El líder de centro-derecha, cuyo triunfo puso fin a dos décadas de gobierno de la Concertación, prometió "crear un clima de unidad y cooperación" con la oposición y aseguró que su gobierno no buscará rivalizar con el Congreso.
Sin embargo, su discurso también incluyó críticas a sus predecesores, a quienes acusó de haber generado un estancamiento económico desde 1998. El mantario también resaltó que en los últimos cuatro años, durante el mandato de Michelle Bachelet, el país perdió productividad.
"Chile necesita con urgencia volver a crecer", remarcó Piñera, quien prometió duplicar la inversión en tecnología, enviar al Congreso un proyecto de ley para acelerar la creación de nuevas pequeñas y medianas empresas (Pymes) y crear un millón de puestos de trabajo, además de poner en marcha la bolsa nacional de empleo.

El terremoto

Uno de los primeros temas a los que hizo referencia el jefe de Estado fue el devastador sismo que azotó al país el pasado 27 de febrero, al que calificó como uno de los peores de la historia.
Piñera, quien pidió un minuto de silencio por los 521 muertos y 56 desaparecidos, destacó que la tragedia afectó a más de 800.000 chilenos y produjo pérdidas por cerca de US$30.000 millones, equivalentes al 18% del Producto Interno Bruto del país.
"Hoy debemos transformar esta tragedia en una verdadera oportunidad para construir entre todos un Chile mejor", señaló.
Al hacer repaso del accionar de su gobierno al entrar en funciones, Piñera destacó el hecho de que pudieron cumplir con su promesa de reestablecer el funcionamiento de las escuelas en las áreas más afectadas.
También remarcó que el 88% de los puentes fueron recuperados y se reestableció el agua potable en las zonas urbanas y en el 80% de las áreas rurales dañadas.
Sin embargo, recordó que la reconstrucción de Chile -a la que estimó en un costo total de US$8.400 millones- tardará años y advirtió que los damnificados deberán hacer frente próximamente a un frío invierno.
En ese sentido, informó que el jueves se cumplió con la meta de crear 50.000 viviendas de emergencia por lo que ningún ciudadano tendrá que pasar el invierno a la intemperie.

Números en baja

A pesar de los logros enumerados por Piñera, lo cierto es que muchos en Chile no aprueban la forma en que manejó las secuelas del desastre.
Una encuesta de la consultora Adimark muestra que el gobierno sufrió una baja del 9% en su nivel de aprobación entre marzo, cuando asumió, y abril. De esta forma pasó del 60% al 51% de popularidad.
En tanto, sus índices de desaprobación en ese período subieron del 17% al 31%.
Según el análisis de la consultora, al que tuvo acceso BBC Mundo, la caída se debió a"las percepciones respecto al manejo de las consecuencias del terremoto".

Reacciones

Para José Antonio Gómez, vicepresidente del Senado y presidente del Partido Radical, perteneciente a la Concertación, el discurso de Piñera incluyó "muchas promesas, muchas palabras, mucho discurso" pero no "concreciones de verdad".
En el mismo sentido, Carolina Tohá, del Partido por la Democracia (PPD) y funcionaria del gobierno de Bachelet, consideró que "el discurso tiene mucha letra chica, anuncios ambiciosos sin financiamiento y silencios".
"Respecto al plan de reconstrucción no se dijo nada concreto", coincidió el senador socialista Juan Pablo Letelier.
Varios referentes de la oposición también opinaron que las palabras del mandatario simplemente reiteraron sus compromisos de campaña.
La bancada de diputados de la Democracia Cristiana (PDC) señaló, en tanto, que muchos de los anuncios del presidente eran una continuidad de políticas iniciadas por la Concertación.

Educación y Salud

En su discurso, Piñera adjudicó muchos de los problemas sociales del país a la baja calidad de la educación, que llamó una "fábrica de desigualdades" y consideró que era un "escándalo social" no brindarles a los jóvenes una mejor formación.
En ese contexto pidió a los legisladores que apoyen su proyecto para promover la calidad escolar y aseguró que se dará más fondos a las universidades y se creará un programa de becas y doctorados que serán retribuidos con labores en servicio del país.
También anunció la extensión de la jornada escolar hasta las 20:00 horas en los barrios marginales, como forma de prevenir que los jóvenes se involucren con las drogas.
Una de las críticas más duras de su discurso estuvo reservada al área de Salud.
"Hemos recibido la más grande deuda hospitalaria de la historia", aseguró el mandatario, antes de reiterar su compromiso de crear 10 nuevos sanatorios y 50 consultorios.
Piñera también anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley que permitirá a la Superintendencia de Salud supervisar por igual al sector público y al privado y adelantó otra propuesta que penalizará el mal uso de licencias médicas.
El mandatario prometió además que en los próximos cuatro años derrotará la pobreza extrema, implementando el "ingreso ético familiar", anuncio que le valió un fuerte aplauso de los presentes en el Congreso.