¿Sabía usted...?
un folleto publicado porPublicadora Lámpara y Luz
¿Sabía usted... que uno puede ser salvo solamente por la gracia de Dios?
Tal vez usted ha oído decir que uno se salva por tomar los sacramentos. Esto es una manera en que la gente procura salvarse por sus propias obras, pero la Biblia dice que es imposible salvarse así. Escuche: "Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2.8 9).
De balde procuramos conseguir la salvación por obras. Estos versículos nos dicen que si creemos en Jesús, entonces Dios por su gracia nos salva.
Hay algunos que piensan que ser miembro en alguna iglesia los salvará. Tal vez se bautizaron en su niñez y piensan que por eso son salvos. La Biblia enseña que ni el uno ni el otro puede salvar a alguien, sino que somos salvos por pura gracia. La salvación es don de Dios, dado a aquellos que reciben a Jesús en su corazón. Entonces, después de ser salvos, debemos ser bautizados y unirnos con una iglesia que enseña toda la Biblia. Así lo manda Dios.
¿Sabía usted... que las buenas obras no quitan los pecados?
Sólo la sangre de Cristo puede borrar nuestros pecados. La Biblia habla también sobre este punto: "La sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.... Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1.7, 9).
La idea de méritos e indulgencias es contraria a la Biblia. El cristiano hace buenas obras porque es salvo, no para que sea salvo. Un solo pecado le puede quitar la salvación. Ni las buenas obras de uno mismo, ni las de los santos, ni las de ningún otro le pueden quitar ese pecado. Según la Biblia, la única manera que hay para quitarse los pecados es por la sangre de Jesús, cuando los confesamos y nos arrepentimos de ellos.