Detalla contrato de pilotos y compra de aeronaves para narco
SANTO DOMINGO. Una presunta red nacional e internacional de narcotraficantes pactó un pago de US$40,000 para llevar la avioneta que se precipitó en Tireo, Constanza a Venezuela, con la promesa de luego trasladarla a Honduras cargada de cocaína, por lo que el piloto cobraría US$250,000 y el copiloto US$150,000.
El entramado de la presunta red internacional de narcotráfico que utilizaba al país como centro de operaciones, revela el envío de aviones a países de Sudamérica, como Venezuela, Colombia y de Centroamérica, como Honduras, desde y hacia la República Dominicana, con grandes cargamentos de estupefacientes.
El Departamento de Persecución de Drogas Narcóticas de la Fiscalía del Distrito Nacional detalla, en una solicitud de medidas de coerción en contra de once implicados en la utilización de la avioneta que se precipitó en Tireo Constanza, donde murieron dos personas, que la División de Investigaciones Sensitivas (DITIS), de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), fue informada, a través de una fuente de entero crédito, que por el Aeropuerto Internacional de El Higüero la organización estaba gestionando adquirir 108 galones de gasolina Jet-A1, para completar el combustible que utilizaría la aeronave para llegar a Apure, Venezuela.
Sostiene que la planificación contaba con el apoyo del prófugo presunto narcotraficante venezolano Luis Alberto Ascanio Blanco, quien alegadamente se encuentra en territorio dominicano y controla y monitorea todos los pasos de la organización.
También que el imputado venezolano José Luis Vera Márquez presuntamente estaba a cargo de realizar todos los contactos para sacar la aeronave del país. Además sería la persona, supuestamente, enviada por los carteles venezolanos y colombianos para canalizar, preparar y planificar todo lo concerniente al envío de una aeronave hacia Venezuela, con la finalidad de que allí fuera cargada de cocaína.
La avioneta Piper, matrícula N711WX, adquirida en los Estados Unidos y traída al país hasta el Aeropuerto de Puerto Plata, fue recibida supuestamente por Víctor Hugo Sánchez, con quien la abordaron hasta el Aeropuerto Expedición 14 de Junio de Constanza.
El expediente especifica que el sargento mayor del Ejército, José Antonio Cleto Cruz, alegadamente recibió la cantidad de US$50,000 para reparación, adicionamiento de una bomba de combustible para aumentar la capacidad de vuelo y entregar al piloto todo lo concerniente al plan de ruta.
El imputado Daimon Mario Pérez es señalado como la persona que junto a José Luis Vera Márquez manejaba la compra de la aeronave.
A Cleto Cruz se le relaciona como alegado encargado de reclutar personal militar en el Aeropuerto 14 de Junio, específicamente al teniente coronel y encargado de la terminal, así como al primer teniente de la Fuerza Aérea Dominicana, Henry Valdez García, encargado militar de la terminal. Presuntamente, éstos eran los responsables de mantener en la terminal por un período de un mes la aeronave, a cambio US$2,500 y US$5,000.
Cleto alegadamente recibía US$10,000, ya que pagaba el desplazamiento, hospedaje, vehículo y contacto con miembros de la red.
La Fiscalía precisa que el teniente coronel del Ejército, Juan Ramón Rosado Pérez y el primer teniente de la FAD, Henry Francisco Valdez García, alegadamente fueron reclutados por carteles colombianos y venezolanos para servir a sus operaciones en el país, usando la terminal que dirigían para el estacionamiento de sus aeronaves. Señala que una vez en el país la aeronave, conjuntamente con Vera Márquez, éstos recibieron instrucciones de un colombiano identificado como "El Viejo" y/o "Negro" para contactar a otros militares en el aeropuerto de Constanza, donde permitieron que la aeronave se mantuviera en la rampa por un período de 30 días, hasta ejecutar la operación.
Contacto con controladores
Según el expediente, el primer teniente de la Fuerza Aérea Dominicana, Henry Francisco Valdez García, aparte de los pagos dentro de la organización, recibía un adicional para coordinar con el sargento mayor, José Antonio Cleto Cruz, del Ejército, el contacto con controladores aéreos de Puerto Plata y Santiago, para de esta manera no tener dificultad con éstos, a la llegada ni a la salida del país. "Tanto así, que éstos controladores en coordinación con esta persona una vez la aeronave llegando al país, éstos procedían a poner a figurar el avión en una rampa".