Jessica Alba es una de las actrices de ascendencia hispana más bellas de Hollywood y entre las pocas que ha podido evitar ser encasillada en una industria notoria por limitar a artistas de ciertas etnias en papeles sin el más mínimo espectro dramático.

Alba estuvo en Miami promoviendo Machete, un filme satírico en el que colabora con Danny Trejo, Michelle Rodríguez, Steven Seagal, Jeff Fahey y Robert DeNiro, bajo la dirección de Robert Rodríguez y Ethan Maniquis, con un deliberado estilo crudo que nos recuerda a las llamadas películas B de la década de los años 70, pero sobre un tópico que quema como el ácido.

``Como residente del sur de California, el tema de la inmigración ha estado muy presente en mi vida'', asegura Alba en entrevista con El Nuevo Herald, para luego contar que por su venas corre sangre mexicana, por parte de padre, y europea por el lado materno. ``Obviamente, es una situación que, al igual que Robert, conozco de cerca'', recalca la actriz.

Alba apunta lo ``asombroso'' que resulta que el estreno de una película que se filmó hace un año coincida con el dilema actual sobre la inmigración y, especialmente, con los recientes y altamente polémicos sucesos en Arizona. Esa coincidencia le inyecta un toque casi profético a la película. ``Es fantástico poder participar en este `diálogo' y presentar ambos lados de los argumentos, con personas que piensan desde un extremo u otro'', subraya Alba. ``Creo que se puede llegar a un término medio, pero sin duda el primer paso es hablar de ello''.

En la cinta, Alba interpreta a Sartana, una empleada del gobierno con la misión de desmantelar a un grupo clandestino dedicado al tráfico de inmigrantes indocumentados entre la frontera de México y Estados Unidos. Lo interesante del casting de Alba en este papel es que no es el que típicamente vinculamos con una actriz hispana, porque inicialmente --y desde el punto de vista del espectador-- se puede interpretar como una latina versus latinos.

``[Sartana] es una mujer de la ley, una oficial de inmigración y Control de Aduanas'', apunta Alba. ``Es [políticamente] conservadora y sigue la ley al pie de la letra''.

En ese y otros detalles --como presentar al personaje de Trejo como el primer héroe de acción hispano-- reside la brillantez que Alba destaca en esta insólita producción clasificada R.

``No se trata de enviar un mensaje, sino de crear un diálogo'', enfatiza Alba. ``La cinta es controversial, audaz y atrevida, representa lo mejor que el arte puede ofrecer: poder hablar de cosas que normalmente no se puede si eres un político o si estás trabajando en una corporación y tienes que mantenerte en una línea políticamente correcta con ciertas perspectivas y valores. Los artistas no tienen esos límites, y Robert está utilizando esta plataforma de una manera muy inteligente, interesante y profunda''.

Alba apunta que el marco humorístico ayuda a que la historia no se convierta en algo ``deprimente'' que se puede ver en el noticiero.

``[La cinta] es entretenida, una diversión que permite que la gente pueda escapar de su propia realidad'', agrega. ``Al final del día la obra no deja de ser provocativa con toda la violencia, el sexo, el humor, las explosiones y demás, y se puede encontrar algo para reflexionar''.

Algo que se puede detectar en la actuación de Alba en Machete es su claro crecimiento como una artista versátil con un espectro dramático sorprendente. Esto resalta en la fluidez de sus diálogos, la diversidad de papeles que ha estado desempeñando --es excelente en el menospreciado film noir The Killer Inside Me (2010) con Casey Affleck-- y la total ausencia de superficialidades hollywoodenses en su forma de expresarse.

Alba confiesa que está atravesando por una ``jornada artística'' en la que se ha desprendido de cosas que en el pasado la limitaban y convertían sus actuaciones en algo ``robótico''.

``Antes de tener a mi hija [Honor Marie, 2008] sentí la presión de ser un modelo a seguir'', asevera Alba. ``Ahora considero que, siendo una persona pública, lo importante es ser fiel a uno mismo. Mi familia es mi prioridad, pero en cuanto a mis decisiones creativas, no me desvío del camino que he escogido para mí, y creo que cada cual debe descubrir el suyo''.

``Hay que vivir pura y abiertamente el presente'', afirma. •