"Marea negra" no manchará la costa de Florida en las próximas 72 horas.
MIAMI.- La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA) de Estados Unidos pronosticó hoy que la marea negra de petróleo que avanza por el Golfo de México no manchará la costa oeste de Florida hasta pasadas al menos 72 horas.
El pronóstico de la NOAA abarca todo el litoral Oeste de Florida, según dijo un portavoz del centro de emergencia creado para dar respuesta al desastre provocado por la explosión de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" el 20 de abril.
"Hemos creado un mando unificado entre la Guardia Costera estadounidense, el Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP) y la empresa British Petroleum (BP, propietaria de la plataforma) para asegurar una eficaz respuesta conjunta" ante esta catástrofe, señaló Tim Close, portavoz del Servicio de Guardacostas.
"Estamos preparados para lo peor, pero confiamos en que cualquier impacto sea sustancialmente menor" de lo calculado, agregó.
El gobernador de Florida, Charlie Crist, confirmó en un comunicado que BP concederá 25 millones de dólares al estado de Florida en previsión de los gastos y costes derivados de los preparativos para salvaguardar sus costas de la marea negra.
Se calcula que, debido al accidente, cada día se mezcla con las aguas del Golfo el equivalente a unos cinco mil barriles diarios de crudo.
Actualmente, unos 28 kilómetros de barreras flotantes contra la mancha negra de petróleo se extienden a lo largo de la zona de Panhandle (el extremo noroeste del estado), en Pensacola.
Está previsto agregar hoy mismo otros 10 kilómetros más de balizas flotantes en esa zona.
En Pensacola, la Guardia Costera estadounidense dispone de una serie de embarcaciones dotadas de una cisterna capaz de succionar el vertido de petróleo y almacenarlo.
La prioridad en estos momentos de las autoridades de Florida es proteger lo mejor posible los estuarios y ensenadas, hábitat natural de los peces y la vida salvaje, antes que las playas, ya que "la arena manchada por el chapapote puede limpiarse", indicó el DEP.
No obstante, el DEP reconoció que las barreras flotantes "no son una solución infalible" y pueden resultar ineficaces en alta mar o si soplan vientos fuertes.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades es que la mancha negra de petróleo pueda dirigirse hacia el sur de Florida, arrastrada por la fuerte corriente del Golfo de México, lo que acabaría afectando los manglares, los lechos marinos y los arrecifes coralinos de los cayos del estado.
Varios expertos vaticinan que parte la marea negra será absorbida al final por la rápida corriente marina del Golfo de México y empujada hacia el litoral sur de Florida, para alcanzar los cayos, donde quedaría depositado el chapapote.
El peligro de que esta materia tóxica acabe manchando el extremo Sur de Florida y ascienda hacia las playas de Miami Beach y Fort Lauderdale (Sureste del estado) preocupa sobremanera también a los residentes y empresarios del estado.
El sector turístico de Florida, uno de los principales del estado con ingresos de 65.000 millones de dólares, y la pesca serían los más perjudicados por la "marea negra".
El acuario de Clearwater (Florida), especializado en tratamientos y rehabilitación de animales marinos heridos, se ha ofrecido para asistir en el cuidado de tortugas, manatíes y otros animales que puedan resultar afectados por el vertido de petróleo.
La gobernación de Florida todavía no ha cuantificado el impacto económico que supondrán las tareas de limpieza de las playas y litoral, si finalmente llega el chapapote.
Por ahora, todas las playas del estado y parques naturales siguen abiertos al público.
El pronóstico de la NOAA abarca todo el litoral Oeste de Florida, según dijo un portavoz del centro de emergencia creado para dar respuesta al desastre provocado por la explosión de la plataforma petrolera "Deepwater Horizon" el 20 de abril.
"Hemos creado un mando unificado entre la Guardia Costera estadounidense, el Departamento de Protección Medioambiental de Florida (DEP) y la empresa British Petroleum (BP, propietaria de la plataforma) para asegurar una eficaz respuesta conjunta" ante esta catástrofe, señaló Tim Close, portavoz del Servicio de Guardacostas.
"Estamos preparados para lo peor, pero confiamos en que cualquier impacto sea sustancialmente menor" de lo calculado, agregó.
El gobernador de Florida, Charlie Crist, confirmó en un comunicado que BP concederá 25 millones de dólares al estado de Florida en previsión de los gastos y costes derivados de los preparativos para salvaguardar sus costas de la marea negra.
Se calcula que, debido al accidente, cada día se mezcla con las aguas del Golfo el equivalente a unos cinco mil barriles diarios de crudo.
Actualmente, unos 28 kilómetros de barreras flotantes contra la mancha negra de petróleo se extienden a lo largo de la zona de Panhandle (el extremo noroeste del estado), en Pensacola.
Está previsto agregar hoy mismo otros 10 kilómetros más de balizas flotantes en esa zona.
En Pensacola, la Guardia Costera estadounidense dispone de una serie de embarcaciones dotadas de una cisterna capaz de succionar el vertido de petróleo y almacenarlo.
La prioridad en estos momentos de las autoridades de Florida es proteger lo mejor posible los estuarios y ensenadas, hábitat natural de los peces y la vida salvaje, antes que las playas, ya que "la arena manchada por el chapapote puede limpiarse", indicó el DEP.
No obstante, el DEP reconoció que las barreras flotantes "no son una solución infalible" y pueden resultar ineficaces en alta mar o si soplan vientos fuertes.
Una de las grandes preocupaciones de las autoridades es que la mancha negra de petróleo pueda dirigirse hacia el sur de Florida, arrastrada por la fuerte corriente del Golfo de México, lo que acabaría afectando los manglares, los lechos marinos y los arrecifes coralinos de los cayos del estado.
Varios expertos vaticinan que parte la marea negra será absorbida al final por la rápida corriente marina del Golfo de México y empujada hacia el litoral sur de Florida, para alcanzar los cayos, donde quedaría depositado el chapapote.
El peligro de que esta materia tóxica acabe manchando el extremo Sur de Florida y ascienda hacia las playas de Miami Beach y Fort Lauderdale (Sureste del estado) preocupa sobremanera también a los residentes y empresarios del estado.
El sector turístico de Florida, uno de los principales del estado con ingresos de 65.000 millones de dólares, y la pesca serían los más perjudicados por la "marea negra".
El acuario de Clearwater (Florida), especializado en tratamientos y rehabilitación de animales marinos heridos, se ha ofrecido para asistir en el cuidado de tortugas, manatíes y otros animales que puedan resultar afectados por el vertido de petróleo.
La gobernación de Florida todavía no ha cuantificado el impacto económico que supondrán las tareas de limpieza de las playas y litoral, si finalmente llega el chapapote.
Por ahora, todas las playas del estado y parques naturales siguen abiertos al público.
De EFE